- El parque García Sanabria será el epicentro del programa de este fin de semana con comidas del mundo, ibéricos, quesos y postres gourmet y un mercado agrícola ecológico.
- La propuesta se complementa con actuaciones musicales y una muestra de 47 empresas de diseño de moda, calzado y complementos.
- Incabe, con su marca de cerveza más emblemática, es el principal patrocinador de esta octava edición de la iniciativa
El parque García Sanabria, gracias al patrocinio de Heineken, será el epicentro de la gastronomía durante la celebración de la octava edición de Plenilunio, que tendrá lugar este sábado en la capital tinerfeña, desde las 11 de la mañana hasta la medianoche, y que en este enclave continuará el domingo de 11 a 19 horas. Los paseos interiores del parque albergarán una tentadora mezcla de comidas del mundo, ibéricos, quesos selectos y postres gourmet. A ello se sumará también un mercado de frutas y verduras ecológicas.
Incabe, a través de Heineken, su marca más emblemática, es el principal patrocinador de esta octava edición de Plenilunio, que este año tendrá un programa con casi un centenar de actividades y que, además, refuerza especialmente su propuesta culinaria con una oferta diversa, que apuesta por el producto local y la calidad del producto.
Cada puesto de comida del García Sanabria tendrá una barra anexa para agilizar la atención al público y que se pueda disfrutar de una bebida fresca sin demoras. Además de Heineken, y de su versión 0.0, primera premium de este segmento lanzada el año pasado por Incabe, quienes vengan al parque podrán degustar el nuevo cider de Incabe, Ladrón de Manzanas, en la zona de food trucks. Se trata de una bebida natural, elaborada a partir de la combinación perfecta de siete variedades de manzanas ácidas y dulces. Tiene un toque de gas, baja graduación alcohólica (4,5º) y un sabor que sorprende y refresca al instante. Además, al ser libre de gluten es apto para celíacos.
El nuevo cider es una bebida perfecta para cualquier momento del día. Se diferencia de la sidra tradicional en que no necesita escanciarse y es menos seca y amarga. Tiene un punto justo de dulzor y un 40% menos de calorías que el vino. Llega con su propio ritual de servicio desarrollado por el Basque Culinary Center. El Ladrón se sirve en un vaso ancho con tres hielos y una rodaja de limón como contrapunto del dulzor que le otorgan las siete variedades de manzanas con las que se elabora.